La escuela ha sido el lugar donde las niñas y los niños aprender a leer y a escribir. “La lectura es uno de los aprendizajes más importantes, indiscutidos e indiscutibles, que proporciona la escolarización”. (Cassany, 2003)
La lectura se ha convertido en el instrumento estratégico para el aprendizaje y gracias a esta podemos aprender cualquier materia del conocimiento humano. Por ello, el estudiante adquiere destrezas lectoras en la etapa escolar, apropiándose además, de las técnicas y/o estrategias que le permiten desarrollar su pensamiento analítico, reflexivo y crítico, asegurará su éxito en la etapa de estudiante.
La sociedad actual en la que vivimos demanda a la escuela como institución educativa vigente preparar a los estudiantes no solo como lectores de libros, sino también como lectores funcionales de toda aquella información que nos rodea.
¿Cómo promover como educadores (padres y profesores) la utilización de estrategias para la comprensión de textos?
- Motivarlos para lectura: El primer paso es hacer que los niños y adolescentes se encuentren motivados, es decir, se muestren interesados en lo que van a leer. Crear expectativas acerca del texto a leer genera interés en los niños y adolescentes. Así como conocer sus intereses y sus gustos nos ayuda a seleccionar los textos que vamos a invitar a leer. También es conocido que la motivación se alimenta de la relación afectiva entre el lector y el texto. Los modelos de esta relación de complicidad con la lectura son las personas significativas para ellos que expresan su gusto, su agrado y el valor que le dan a lectura.
- Plantear objetivos de la lectura: ¿Para qué voy a leer? “Los objetivos que pueden plantearse los lectores frente al texto pueden ser muy variados” (Isabel Solé, 1998). Estos objetivos variados según el tipo de texto seleccionado se deben poner en práctica en la escuela y en el hogar. Los niños y los adolescentes pueden leer solo por entretenimiento, placer, para buscar información sobre una palabra o un tema académico o de interés personal, para repasar algún tema, etc. En fin, “…. El propósito de enseñar a los niños a leer con distintos objetivos es que, a la larga ellos mismos sean capaces de proponerse objetivos de lectura que les interese y sean adecuados.”
- Activar sus conocimientos previos acerca del tema y conectarlos con el contenido del texto: ¿Qué sé sobre el contenido del texto? ¿Qué sé sobre los contenidos afines que puedan ser de utilidad en mi lectura? La activación de los conocimientos previos son una condición para lograr una adecuada comprensión. Por ello resulta necesario brindar a los niños y adolescentes lecturas adecuadas a su nivel de conocimientos, y/o prepararlos anticipadamente sobre el tema cuando este no sea familiar a través de diálogos o investigaciones sobre conceptos o tópicos relacionados con el contenido del texto.
- Formular expectativas o predicciones sobre el texto: Con la lectura del título y los subtítulos del texto se puede lograr que expresen sus hipótesis sobre el contenido del texto al formular la pregunta ¿De qué va a tratar el texto? Se activa mentalmente las conjeturas o suposiciones comprobables o no sobre el texto. Las ilustraciones y/o las imágenes que acompañan al libro también nos ofrecen información que el lector tiene que descubrir. Se estimula la imaginación cuando en alguna parte de la lectura, lanzas al aire la pregunta acerca de lo qué va a suceder en el siguiente capítulo o párrafo o cuando imaginas cómo acabará la historia. En el caso de los textos expositivos el título, los subtítulos, las ilustraciones y/o imágenes que lo acompañan nos brindan información por anticipado del contenido del texto.
- Mientras lee: Siendo este otro momento de la lectura es importante para el lector aprendiz que utilice estrategias que lo guíen en el análisis del texto y que lo ayuden a comprenderlo. Una de las estrategias es la de formular preguntas claves (dónde, cuándo, qué pasó, cómo, por qué y para qué) al final de cada párrafo, página o capítulo dependiendo de la complejidad de la lectura. Subrayando en el texto las respuestas para luego redactar la oración temática (resumen de las ideas o acciones importantes). Otra estrategia consiste en el subrayado de conceptos e ideas principales que nos permiten entender de qué trata el párrafo o capítulo leído. Dependiendo del nivel del niño o adolescente y de su experiencia será el uso adecuado de las estrategias.
Referencias:
- Cassany, Daniel - Luna, Mariel - Sanz, Gloria. (2003). “Enseñar lengua”. Ed. Graó, 4ª Edición. 1998,. Barcelona, España.
- Isabel Solé (1998) “Estrategias de lectura”. Editorial Graó. Barcelona, España.