¿Quién no ha planificado con anticipación sus vacaciones?, Esto implica que mucho tiempo antes se compre pasajes, reserve estadía, se seleccione la vestimenta, etc. Junto a ello nacen las ilusiones por conocer nuevos parajes, personas, gozar de aventuras y sobre todo, no importa trabajar duro todo un año, con tal que llegue el gran día. Pues bien, Qué sucedería, si ese día, ya listo para partir informan que el viaje se canceló. Así, de ‘buenas a primeras’.

Se ha puesto a pensar ¿qué sentimientos y reacciones generaría dicha noticia? Seguramente, ira, frustración, indignación, llanto, dolor u otra clase de emociones.

Bueno, probablemente un niño con TEA, puede experimentar todo esto con frecuencia. ¿Cuándo? Cuando le cambiamos sus rutinas o no cumplimos con aquello que está acostumbrado a que suceda.

En nuestro caso, somos capaces de regularnos y finalmente optar por calmarnos, analizar los hechos y generar un nuevo plan. Nuestra capacidad para razonar y ser flexible a los cambios hace que de alguna forma encontremos una salida. Sin embargo, no resulta igual para niños pequeños ilusionados y, más aún, si tienen una condición como es el Trastorno del Espectro Autista.

En el TEA, un conjunto de dimensiones o aspectos se encuentran alterados, entre los cuales, las competencias relacionadas a la anticipación y flexibilidad mental y comportamental, entendiéndose con ello, que los niños y personas con esta condición, se caracterizan por su pensamiento rígido o su tendencia por establecer rutinas, es decir, actividades que se repiten constantemente en casa o en el colegio.

Por ello es de suma importancia anticipar un evento nuevo, o todo aquello que arriesgue el control de sus rutinas. Los apoyos visuales, son los grandes aliados para este fin. Es decir, presentar gráficamente, ya sea con fotos, dibujos o imágenes, las actividades que se van a realizar.

Por ejemplo, si se va a salir de compras y siempre se dirigen a un lugar específico, pero ese día no irán, se le mostrará una imagen del nuevo lugar o de los lugares que tendrá su itinerario, de modo que pueda incorporar los nuevos cambios a las rutinas a las que ya ha estado acostumbrado. Igualmente, si se va a asistir a un cumpleaños, fiesta o reunión específica, se deberá mostrar la imagen del cumpleaños o evento, acompañado de una explicación breve y clara, se debe además acompañar con  algunas imágenes relacionadas a lo que se pueda encontrar en dicho lugar como: payasos, animadoras, globos, luces de colores , etc. Del mismo modo, se debe procurar anticipar las salidas o visitas a casa de un familiar o amigo, ya que si por ejemplo se desplazan por la misma ruta que va hacia el parque de su predilección, ello puede generar confusión y conductas disruptivas, siendo importante enseñarle la  imagen de la casa de la abuela, tía o del familiar que visitaran, acompañado de la expresión: “Hoy iremos a la casa de la abuela", en algunos casos se muestra además, la imagen del lugar al que no irán (la imagen estará tachada), y se mencionará “Hoy no vamos al parque, vamos a la casa de la abuela”.

Si bien es cierto, los  apoyos visuales, no son la ‘lámpara de Aladino’ a múltiples desafíos que enfrentan las familias, su uso constante (ya lo confirma la evidencia científica), contribuye en muchos aspectos: a su entendimiento, al desarrollo de actividades con sentido, al manejo o control de conductas disruptivas o inadecuadas, etc. Además, lo acerca a una participación más funcional en distintos contextos que, a la larga, van mejorando su calidad de vida e inclusión social.

El Instituto de Diagnóstico y Tratamiento del CPAL con el objetivo de llevar la mejor atención a más personas, inaugurará muy pronto su nueva sede en el distrito de Magdalena del Mar, en la que se brindarán los servicios de diagnóstico y tratamiento en las áreas de audición, comunicación, lenguaje, habla y aprendizaje.