El término Interdisciplinariedad, implica una relación de reciprocidad, de cooperación, de trabajo colectivo entre las diferentes disciplinas con el fin de reconocer, desarrollar y ejecutar un plan de atención único hacia la persona atendida.
La Audiología es una disciplina que se desenvuelve en diferentes áreas: en la atención clínica, audioprótésica, educativa y laboral. Por lo tanto, requiere de otras ciencias, quienes aportan desde sus perspectivas de estudio y trabajo; con el fin de lograr una atención compartida de la persona con alguna dificultad auditiva. Esta atención se realiza desde el nacimiento y en todas las etapas del ciclo vital de la persona.
Podemos mencionar al otorrinolaringólogo, especialista médico que se dedica a estudiar las patologías y afecciones relacionadas con el oído y las vías respiratorias. Por ejemplo, la presencia de infección de oído medio, común entre la población infantil requiere de atención médica; mientras que el audiólogo, evalúa de qué manera esta alteración afecta los niveles de audición del niño y el desarrollo de su capacidad comunicativa. De esta manera, se brindan recomendaciones conjuntas a los padres y se establecen las pautas de seguimiento del caso.
También podemos considerar la función compartida de otros especialistas afines a la audiología. Por ejemplo, los neonatólogos y pediatras, quienes velan por el desarrollo del niño desde el nacimiento y cuidan de manera permanente la integridad de su salud, prescribiendo los tamizajes neonatales respectivos.
Tenemos además al psicólogo, quien se encarga de valorar las características intelectuales, psíquicas y sociales de la persona sorda; trabajando de manera conjunta con la familia para reconocer las repercusiones de la sordera sobre la personalidad y actitudes del niño o adulto afectado.
Así mismo, la labor del especialista en audición y lenguaje; así como del docente es altamente importante, especialmente en el caso de los niños, adolescentes, incluso jóvenes con pérdida auditiva; ya que deben conocer las características de la lesión auditiva, sus implicancias en el lenguaje y aprendizaje; y desarrollar estrategias adecuadas para que el niño pueda acceder de manera oportuna a la información y contenidos que se le brinda.
Las dificultades auditivas y su atención temprana permiten minimizar las repercusiones que se puedan presentar a futuro; sin embargo, el trabajo conjunto y el compromiso de los profesionales en la atención integral de las personas, permitirá que el tiempo de atención e intervención sea mínimo, beneficiando el desarrollo y socialización de las personas afectadas.