Desde que se inició el estado de emergencia hemos tenido que ir adaptándonos a diferentes cambios que se han presentado en la sociedad; cambiar nuestro centro de trabajo por home office, las clases escolares pasaron a ser remotas; conviviendo así las 24 horas en casa con nuestras familias. Esta convivencia diaria ha hecho posible que reflexionemos sobre las actividades dentro del hogar que habíamos delegado a otras personas. Una de ellas es el desarrollo de las tareas y el repaso de las clases escolares. Apreciando la falta de autonomía que pueden presentar nuestros hijos al estudiar.
Si antes no tuviste oportunidad de apoyar en las tareas a tu hijo, no es tarde para iniciar esa dura tarea, este tiempo de cuarentena nos permitirá reformularnos e iniciar esta actividad junto a nuestros hijos de tal manera que, se fortalezcan los vínculos padre-hijo. Aprovechemos esta oportunidad y aprendamos de esta nueva experiencia para hacer que las tareas sean el punto de encuentro entre padres e hijos, hecho significativo para el progreso académico y personal de ellos.
A continuación, se compartirán algunas ideas para hacer las tareas en casa:
Organización del espacio; el ambiente de estudio debe tener buena iluminación, sin demasiados distractores y en el que los útiles escolares estén dispuestos para ser usados cuando los requiera, para evitar que se pare varias veces para ir a buscarlos. Usar una mesa y una silla cómodas, de preferencia ubicado en un lugar en el que se pueda observar lo que está haciendo. La silla debe ser de estructura fija y permitirle al estudiante apoyar los pies en el suelo para evitar el cansancio o que esté jugando con los pies.
Organización del tiempo; distribuir las actividades usando un horario con las tareas que debe realizar en el día, debe incluir horas para las mismas, y minutos de descanso después de cada hora. Además, si tienen que compartir la computadora, establecer horarios de uso.
Organización de las tareas; clasificarlas según el grado de dificultad, según el estudiante, iniciar por las tareas más fáciles para él; luego, las más difíciles o las de bajo dominio. Así como tener en cuenta la disponibilidad que tienen los padres para proporcionarles el soporte académico en la materia que ellos dominen.
Es mejor optimizar los tiempos durante la ejecución, sin distraerse con el celular o abriendo otras páginas en la computadora que no tienen relación con la tarea que están haciendo. De ser posible apagarlo o colocarlo fuera de su alcance para que pueda concentrase en la tarea que está realizando. Se podría usar como recompensa del día, para que al finalizarla disfrute de un tiempo extra de uso del celular.
Monitoreo de las tareas; supervisar, observar, revisar y corregir las tareas que están desarrollando porque es importante que su hijo se sienta apoyado y valore su presencia. Preguntarles cómo va en sus cursos o si tiene alguna dificultad y de esta manera aprovechar su compañía. Mostrarles que valoran su trabajo y esfuerzo en cada tarea que realiza, por más pequeños que sean los logros, el que se lo hagan saber estimulará su rendimiento.
Los niños aprenden a ser estudiantes a través de la interacción con los adultos, el implicarse puede ser particularmente importante para aquellos que carecen de habilidades autorregulatorias, y están en proceso de autogestión y hábitos de estudio. Cuanto más temprano se involucren los padres en las tareas de sus hijos más pronto verán estudiantes autónomos.