El Autismo es una condición de vida permanente. Este 2 de abril unámonos al día de la Concienciación del Trastorno del Espectro Autista, seamos agentes de cambio.
Es habitual salir a pasear, caminar con la familia o amigos, interactuar con nuevas personas; sin embargo, en estos espacios que frecuentamos, en ocasiones, hemos encontrado u observado a personas con características singulares e inclusive diferentes, y nos preguntamos ¿Qué estará pasando?, ¿Por qué actúa de esa manera?, ¿Necesitará ayuda?, pero, no nos sentimos capaces de ayudarlos, tal vez por temor, falta de información o prejuicio.
Por ello, lo primero que tenemos que hacer es observar la situación, el contexto y la persona para poder reconocer sus características. Una persona con autismo puede mostrar movimientos repetitivos involuntarios, por ejemplo los aleteos, o giros en un mismo sitio, también suelen emitir sonidos ininteligibles o poco comprensibles y en ocasiones se pueden transformar en gritos, pueden taparse los oídos por su sensibilidad auditiva, rechazando sonidos fuertes o también el contacto físico, debido a su desorganización en el procesamiento sensorial.
Además, las personas con estas características se comunican de forma verbal o no verbal. Entre los primeros podemos encontrar personas que hablan y comprenden indicaciones o preguntas básicas, sin embargo, se expresan en tercera persona, por ejemplo si se le pregunta ¿A dónde vas? Pueden responder “Juan va casa” refiriéndose a sí mismo; también encontramos aquellos que hablan, pero, no comprenden indicaciones y pueden expresarse a través de ecolalias (repetición de una palabra o frase), por ejemplo, si le preguntan ¿A dónde vas? Pueden responder lo mismo “¿A dónde vas?”. También puede expresar palabras poco comprensibles o frases que no guarden relación alguna.
El segundo grupo, los no verbales, pueden ser personas que no hablan, pero, sí comprenden y, pueden comunicarse a través de sistemas de comunicación alternativos (imágenes, dibujos, pictogramas, gestos o PECS).
Tengamos en cuenta que no solo existen niños con TEA (Trastorno del Espectro Autista), sino también jóvenes y adultos. Todos ellos podrían estar en situación de peligro, como perderse de su casa, de su institución educativa o laboral, desorientarse en lugares con muchos estímulos visuales y auditivos, por ejemplo los centros comerciales o supermercados. Además, hay que recordar que muchos de estos jóvenes y adultos se encuentran en entrenamiento para desplazarse solos por la ciudad y por sus características ya mencionadas pueden alejarse de su grupo, tutor, familiares u hogar.
Una vez reconocidas las características podemos abordarlos más efectivamente, hablándoles de forma calmada (sin gritar) y amigable sin tenerles miedo, acercándonos a ellos sin llegar al contacto físico, llamando su atención con gestos, objetos o canciones (dependerá de la edad). Una vez que veamos que la persona se encuentra tranquila o que hemos ganado su confianza, podemos realizar preguntas básicas, como cuál es su nombre, el de sus padres o dónde vive, para así verificar si nos puede comprender y comunicarse de manera verbal o alternativa. Además, debemos mantenerlo cerca de nosotros al mismo tiempo que avisamos a las autoridades pertinentes o encargados del lugar. Adicionalmente, verifiquemos con precaución si tiene algún documento o identificación, como una medalla en el cuello, una pulsera o una prenda o mochila con sus datos. Si comienza a desplazarse intentemos guiarlo a un lugar seguro a la espera de la llegada de las autoridades; una vez que esté a salvo podemos tomarle una foto para publicarlo en redes sociales o pegarlo en lugares aledaños y de esta forma ayudarle a encontrar a su familia.
Recordemos que para tener una sociedad inclusiva necesitamos comenzar por nosotros mismos, informándonos y compartiendo dicha información y, así tener un mejor accionar ante las demás personas que realmente necesitan de nuestro apoyo, como las personas con TEA. Hay que evitar ser indiferentes esperando que alguien más los apoye, puesto que cuentan con mucha inocencia y no entienden la malicia de otros, siendo un blanco perfecto para agresiones físicas, verbales, o poner su vida en riesgo como hemos visto hace unos meses con el caso del pequeño Kevin, quien murió ahogado en una playa de nuestra ciudad.
El Autismo es una condición de vida permanente. Este 2 de abril unámonos al día de la Concienciación del Trastorno del Espectro Autista, seamos agentes de cambio.
Este año el CPAL festeja su 60 Aniversario, por ello, renueva su compromiso con el desarrollo del país a través de la educación especializada y una atención integral bajo un enfoque clínico-interdisciplinario para la prevención, diagnóstico y tratamiento en las áreas de audición, comunicación, lenguaje, habla y aprendizaje.
Visítanos en nuestra sede de Surco (Martín Pizarro 172, Urb. Valle Hermoso, Surco) y la nueva sede del Instituto de Diagnóstico y Tratamiento en Av. Pershing (Ex Sánchez Carrión) 910, Magdalena del Mar.