Desde el nacimiento, el niño se relaciona con las personas de su entorno, como sus padres y familiares cercanos quienes de manera natural lo estimulan a través de las diversas acciones que realizan con él. Estos estímulos son la base para el desarrollo de la comunicación y del lenguaje oral, los mismos que se irán ampliando progresivamente en la medida que las personas que lo rodean le proporcionen los recursos necesarios para este fin.

Al cumplir el año de edad, el infante ya habrá aprendido a decir algunas palabras, que le permitirán relacionarse con las personas y el ambiente que lo rodea, estas primeras palabras son sumamente importantes para que pueda continuar socializando con distintas personas de manera eficaz; por tanto, debemos tener siempre presente que el niño necesita gran una variedad de experiencias que le permitan adquirir herramientas y recursos para aprender a utilizar el lenguaje oral de manera adecuada. Es aquí que los adultos se convierten en piezas clave, pues deben brindarle diversas oportunidades para que el niño desarrolle su comprensión y expresión oral, y la mejor manera de hacerlo es a través del juego, haciendo uso de cuentos, canciones, poesías, dramatizaciones o animándolo a hablar en distintas situaciones y ante distintas audiencias.

A medida que el niño vaya creciendo, los estímulos a los que se verá expuesto deberán ir aumentando en su complejidad; así, irá ajustando y estructurando mejor su propio lenguaje, de modo que cuando ingrese al sistema escolar pueda establecer una comunicación adecuada con sus compañeros y adultos, al mismo tiempo que, logre los aprendizajes esperados.

Entonces ¿Qué podemos hacer para desarrollar del lenguaje oral a través del juego?

-A la hora del juego, considere la edad, los intereses y las necesidades del niño.
- Motívelo a realizar e imitar actividades cotidianas en interacción con sus familiares, ya que son sus modelos a seguir.
- Propóngale juegos para que manipule y explore objetos, con juguetes que se muevan, tengan luces y/o sonidos.
- Realice  juegos que sean significativos para el niño como: “Hacer como sí…”. Por ejemplo: los juegos referidos a comprar y vender, como: “El mercado”, “La florería”, “la pizzería”, “La panadería”, “La tienda de animales” o “Una bodega”.
- Prepare con su niño  una comida o dulce, y  juegue a la “La cocinita”, “La heladería”, “La hora del té”, “La comida del bebé”, entre otros.
- Fomente situaciones propias de la realidad del niño, en que pueda observar sus rutinas o su día a día como: “El doctor”, “La escuela”, “Los bomberos”, “La peluquería”, “La movilidad” o “Policías y ladrones”, que le permita imitar modelos para perfeccionar su lenguaje oral de manera espontánea y divertida.
- Propóngale otros juegos como los de construcción o arte que estimulen su imaginación y creatividad, aproveche la situación para conversar sobre lo ejecutado.
- Realice  juegos con canciones y movimiento como los juegos de antaño: “Juguemos en el bosque”, “Qué pase el rey”, “Siete pecados” o “San Miguel”.
- Considere los juegos de mesa, como: “Jenga”, “Monopolio”, “Juegos con cartas”, “Dominós infantiles”, “Memoria”, “Adivinar quién es el personaje”; entre otros, que además de ayudar a estimular el lenguaje oral, exigen el seguimiento de indicaciones, normas y la espera del turno, factores que posibilitan el desarrollo de una comunicación eficaz.

Ahora bien, para lograr este desarrollo es importante que al momento de realizar actividades lúdicas con él, se tengan en cuenta algunas consideraciones de modo que el lenguaje se despliegue de manera natural, gradual y divertida. Por lo tanto, ¿Cómo podemos favorecer el desarrollo del lenguaje oral?

- Colóquese a la altura del niño, de modo que propicie que el menor se relacione con usted y comprenda mejor los mensajes tanto orales como gestuales.
- Háblele de manera pausada y clara, haciendo uso de diversas entonaciones de acuerdo a la situación lúdica.
- Realice comentarios sobre lo que el niño va realizando, de modo que usted sea su modelo de referencia.
- Escúchelo con atención, al escuchar alguna falla en su mensaje, proporciónele de manera inmediata el modelo adecuado de espontánea.
- Evite corregirlo directamente con frases como: “no, así no se dice”, “no, te equivocaste”, es importante que el niño se sienta cómodo, que no tenga temor a equivocarse o se sienta juzgado.

El Instituto de Diagnóstico y Tratamiento del CPAL con el objetivo de llevar la mejor atención a más personas, inaugurará muy pronto su nueva sede en el distrito de Magdalena del Mar, en la que se brindarán los servicios de diagnóstico y tratamiento en las áreas de audición, comunicación, lenguaje, habla y aprendizaje.