Cada familia es única en su composición, experiencias y costumbres; por ende, las familias de las personas con TEA, también son diferentes unas de otras, pues, tienen un pasado, un presente, un futuro, una historia compartida, valores, tradiciones, objetivos, creencias y prioridades diversas.
Así, la manera cómo una familia responda a un diagnóstico de TEA dependerá de cómo afrontan situaciones adversas. Una familia podría situar el diagnóstico como una situación de angustia, dolor y, otra, un reto para trazar nuevos caminos. Asimismo, la familia al ser una red de relaciones recíprocas, cada experiencia vivida por sus integrantes, favorables o no, afectará a cada uno de los miembros.
En la intervención con personas con TEA, se hace referencia al papel fundamental que cumplen las familias, no obstante, sería importante evaluar de qué forma o manera se enfoca dicha participación en el desarrollo de sus niños, para ello es importante entender:
Para evitar errores y ayudar a las familias a afrontar el proceso:
Un enfoque de Intervención en TEA Centrado en la Familia es:
Los profesionales debemos valorar, apoyar el trabajo conjunto, ayudar a que afrontar sus necesidades, deseos y expectativas de forma autónoma a fin de reconfigurar el nuevo proyecto que proyecta para su familia con personas con TEA.